—¡Quiero unos pulpitos! —dijo la nena.
Tenía diez años. Sabía que si pedía de comer dejarían de pelear.

—¡Quiero unos pulpitos! —dijo la nena.
Tenía diez años. Sabía que si pedía de comer dejarían de pelear.
A nivel nacional, el día martes 08 de marzo, a muy temprana hora, las mujeres se movilizaron, se prepararon y el ambiente se volvió morado.
De seis a diez mirando telenovelas, incluyendo la Flor de los Milagros y las cinco horas de comerciales que acumulaban por semana. De pequeñas las pelonas criaban piojos, por eso las llamaban así y, debido a eso y la insuficiencia en la gestación menstrual en casa, las chamacas no terminaron ni la secundaria.
Un juego de lobos:
sembrar, cosechar, sin dejar de ser bonita, obvio.
Mujer come mujer para verse más delgada. Es decir, sin argolla no hay boda, nobleza masculina, ni madre de familia.
Howard visitaba Tijuana por lo menos dos veces al año. En ambas asesinaba. Era uno de los técnicos encargados de la sección californiana…
Nuestro país es pobre, los consecutivos años en guerra nos hicieron más pobres, muchos hombres murieron y otros tantos están mutilados, pero, los “estudiantes” prohíben, completamente, el trabajo femenino fuera del hogar, que igualmente se aplica a profesoras, ingenieras y demás profesionales. Sólo médicas y enfermeras tienen permitido trabajar en algunos hospitales, bajo pena de ser azotadas, golpeadas y abusadas verbalmente por contravenir a las reglas.
…también está esa otra opción en mente de disfrutar como se debe mi embarazo. No deseo que nadie viva con la angustia de no querer ni verte al espejo sin sentir asco, pena y decepción.
Los años siguientes decidí ser “yo”, aceptar lo que era, lo que dejaba, lo que tenía y lo que podría tener, ya era yo, ya decía quién era, la vergüenza se fue despolvando del cuerpo con el paso del tiempo que me brindó la maternidad.
Sonreía, me veía y yo no podía dejar de bailar por dentro. Poseer para ser poseída: decimos las hijas de mirada patriarcal. Y como los besos que no son tampoco cicatrizan, rodeé la barra y […]