Los años siguientes decidí ser “yo”, aceptar lo que era, lo que dejaba, lo que tenía y lo que podría tener, ya era yo, ya decía quién era, la vergüenza se fue despolvando del cuerpo con el paso del tiempo que me brindó la maternidad.
Los años siguientes decidí ser “yo”, aceptar lo que era, lo que dejaba, lo que tenía y lo que podría tener, ya era yo, ya decía quién era, la vergüenza se fue despolvando del cuerpo con el paso del tiempo que me brindó la maternidad.