La Ciudad del Pecado

por Omar Moroyoqui

Pensamos que nunca nos iba a tocar pero es natural, por más que nos pese, vivimos en punto estratégico para distintas organizaciones.

Y fue distinto al Culiacanzo porque Tijuana es la joya de la corona para todos ellos y, aquí, la disputa es otra.

Fotografía: Luis Gutierrez

Culiacán es, en términos generales, una ciudad segura. La sociedad la organizan y coordinan «Los Chapitos», Tijuana no.

La Tía Juana estuvo, está y estará siempre en disputa. Por aquí pasa la droga a los mejores destinos de USA.

¿Por qué es tan distinta a la vecina Mexicali?

Allí la droga va rumbo a Calexico y después al desierto, Arizona. Muy distinto a cruzarla a San Diego y a toda la costa californiana. La fiesta.

Y si, mientras ellos disfrutan, acá tenemos una ciudad que es incapaz de gobernarse a sí misma.

Como ciudadanía somos endebles. Hemos permitido que ellos administren la ciudad.

Tanto los que cruzan estupefacientes como los que son dueños de nuestra movilidad y del poder político.

Diversas mafias gobiernan nuestra triste Ciudad del Pecado y nunca hemos sido capaces de poner un alto.

Sin transporte público decente, expuestos ante el crimen, sin apenas participación ciudadana en las jornadas electorales, apáticos ante la desgracia. 

Acostumbrados a la tragedia.

Los universitarios están preocupados por la fiesta, no por su país.

Nadie me lo va a contar.

Esa es Tijuana. 

sigue tu visita.

Oraciones//… PRAYERS

PRAYERS. Sin poses. Sin artificios. Lo primero que me impactó fue la humildad con la que Rafael —Leafar Seyer— se dirigió a todos. Agradecía todo el tiempo. Desde la primera canción. No como un gesto ensayado, sino como alguien que realmente valora estar ahí.

Deja un comentario