Salva X Tierra de Boxeadores: Aquí todos ganan.

Allá por donde todos preguntan ¿Dónde queda el Salvatierra?

En un lugar con altos índices de delincuencia y violencia (menos que antes), existe un espacio donde sacan la furia con guantes: el Velázquez Boxing Gym. El gimnasio está ubicado en una esquina, en un espacio muy reducido, justo detrás de la unidad deportiva El Salvatierra, una zona con mucho tráfico de personas. A pesar de la percepción de que es un barrio «malandrín», este gimnasio está ayudando a cambiar esa idea. La colonia está en el centro, ya que conecta varias colonias donde constantemente se “cantaban los tiros”  entre La Xico, El Pedregal, San Ángel, Jibarito, Flores Magón. Hoy en día, Salvatierra es un importante crucero que lleva hacia el nuevo acceso a Playas de Tijuana, conocido como el túnel, también famoso por su sobre ruedas de los jueves y domingos. 

¿Quién es El «Chino» Velázquez?

Alberto «Chino» Velázquez, originario de Santiago Ixcuintla, Nayarit, y criado en Mazatlán, Sinaloa, donde lo conocen como «Tico» Martínez por el apellido materno, adoptó “el Velázquez Boxing Gym” después de que sus hermanos decidieron dejarle control absoluto.

Aunque «Chino» no viene de una descendencia boxística, encontró inspiración para dedicarse al boxeo después de ver el estreno de la película Rocky IV, donde Rocky Balboa pelea contra el boxeador ruso Ivan Drago (que buena película) esta inspiración se mantuvo, sin embargo, su carrera profesional tuvo altibajos. Peleó profesionalmente en Mazatlán hasta su pelea número 16, cuando comenzó a pasar por momentos difíciles en su vida personal. Las peleas 16, 17 y 18 fueron derrotas, marcando el final de su carrera profesional. «Fue un momento complicado para mí», dice «Chino» Velázquez. Durante ese tiempo, también terminó su relación con su esposa, con quien tuvo un hijo. La soledad lo estaba inundando y su familia le insistió que se viniera a Tijuana, pero él no quería. 

Un golpe al Pacman, familia de puños 

Héctor Velázquez, uno de los hermanos de Alberto, tuvo una pelea significativa contra Manny Pacquiao el 10 de septiembre de 2005. Aunque Héctor perdió la pelea, el hecho de haberse enfrentado a Pacquiao es un logro que no debe ser subestimado. «Enfrentarse a un boxeador del calibre de Pacquiao es algo que pocos logran», dice «Chino» Velázquez. «La gente minimiza la dificultad de esta pelea, pero es un gran reto para cualquier boxeador». Esta experiencia aportó prestigio y nivel. 

Llegada la nueva generación bajo influencia de Héctor y su familia, inspiró a la siguiente generación. Axel Velázquez, hijo de «Chino», se introdujo en el boxeo de manera profesional siguiendo los pasos de casa. Axel encontró la misma pasión de la danza del dolor y furia.

Bullying: Pre-evolución de la delincuencia

«Chino» menciona que, en su infancia, sufrió bullying al igual que muchos jóvenes que acuden al gimnasio. El bullying ha sido un factor que detona el valor de entrenar a temprana edad, ya sea para aprender a defenderse o, incluso, para vengarse. Sin embargo, el objetivo del Velázquez Boxing Gym es cambiar esa narrativa: el boxeo no es para ir a golpear gente, se busca inculcar en los jóvenes que el boxeo no es una herramienta para el abuso, sino un camino para la autodefensa, el autocontrol y el desarrollo personal (Evolución). El desafío de la colonia Salvatierra ha tenido su cuota de problemas con la delincuencia, aunque la situación está mejorando, la percepción de que es un barrio «malandro» persiste. En este contexto, el gimnasio ofrece una alternativa para los jóvenes, proporcionando un entorno seguro donde pueden canalizar su energía de manera óptima, al igual que otras actividades que se pueden observar entre las calles (Danza, karate, Baseball, Fútbol… Hay para escoger). Durante el año 2023 se han registrado más de 1 mil 200 incidencias en las escuelas primarias de Baja California, de las cuales entre 45 a 50 de ellas han sido casos de bullying, manifestó el Gerardo Solis Benavides, Secretario de Educación Pública del Estado.

Disciplina//Boxeo//Cotidianidad//Comunidad  

La disciplina que se aprende en el boxeo puede tener un impacto significativo en la cotidianidad de cualquier persona. La rutina de entrenamiento, la consistencia y el respeto por el oponente son valores que se trasladan a otros aspectos de la vida. «El boxeo enseña a ser constante», dice Velázquez. Para los jóvenes que entrenan, esta disciplina puede traducirse en comprender las responsabilidades, un mejor manejo del tiempo y una actitud más positiva ante las caídas. 

Para muchos, el boxeo proporciona un sentido de estructura y propósito. La disciplina del boxeo también fomenta la hermandad de un grupo, ya que es visible que cada que alguien ingresa al recinto siempre extiende el puño con casi todos sus compañeros y los adultos se disponen a ayudar a los jóvenes y niñxs sin excepción.

El Velázquez Boxing Gym es más que un lugar para tirar ganchos al aire; también es un espacio terapéutico donde las personas pueden liberar sus frustraciones. Para muchos jóvenes, golpear los costales de boxeo es una forma de canalizar sus emociones y su energía. Sin embargo, entrenar en el gimnasio no es fácil para todos. Una madre de jóvenes boxeadores, que también entrena allí, ha comentado que muchos llegan al gimnasio con escasos recursos. «Vienen sin el apoyo de los padres, no van bien alimentados, no tienen el equipo adecuado», dice. A veces, ni siquiera  asisten los papas a las peleas de exhibición por falta de recursos. «Me da tristeza ver el talento que tienen algunos de ellos y no poder apoyarlos como me gustaría», expresa.

Actualmente, el caso de Jaime Munguia, originario de la colonia La Xico, está representando a nivel profesional a la comunidad de Tijuana. En la semana más reciente, Munguía tuvo un combate significativo enfrentándose a Canelo Álvarez, consolidándose como uno de los boxeadores más prometedores de México. Antes de llegar a la cima, Munguía comenzó su carrera entrenando en El Sótano, un gimnasio en La Xico, y también tuvo la oportunidad de luchar y entrenar en el Velázquez Boxing Gym. Cualquier morrx dispuesto a los puños se admira de lo que Jaime está logrando; como un boxeador de gimnasio local de una colonia polvorienta (algunos así expresan), llega a la cima del boxeo mundial.

Velázquez Promotion, es una promotora creada para financiar y buscar peleas  profesionales justas para sus boxeadores. En el pasado, los boxeadores del Salva y otras áreas cercanas a menudo iban a peleas como «carne de cañón», pues se dice que cuando acuden como retadores de la esquina azul es probable que pierdan. 

Último Uppercut y rendirse. 

La humanidad que se huele dentro del gimnasio es testimonio de que, incluso en las comunidades más desafiantes, pueden surgir cambios con solo una persona o dinámica.  En la colonia Salvatierra, donde la delincuencia ha dejado su huella, el gimnasio Velázquez es un símbolo de mantenerse firme y ofrecer otro panorama. Pero así el pueblo se lo demanda y se nota en todos los que acuden con Chino. Agrega que ha estado en momentos críticos y ha pensado dejar el recinto, pero ha encontrado motivación en la canción No Easy Way Out de Robert Tepper pensando en que su labor sí ha dejado campeones. 

Reportaje, Video y fotografía: Luis Gutierrez.

Agradecimientos: Magali Bautista.

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