¿Influyen los narcocorridos en la gente?

Fotografía: Luis Gutierrez
Fotografía: Jonathan H. Padilla

Texto: Iliana Carapia

Tijuana.- Sin hondar aún en el tema, el contexto de que significan los narcocorridos, es solamente una composición musical popular que narra historias relativas al narcotráfico y sus protagonistas, con intenciones de enaltecerlos. Durante años hemos tenido exponente de narcocorridos tales como Chalino Sanchéz, Los Invasores de Nuevo León, por mencionar unos pocos. Ante este evento, podemos decir que la “formación” del narcocorrido ha ido cambiando con el pasar del tiempo, donde en un principio los grupos y artistas musicales realizaban estas composiciones por gusto propio, por sentir la necesidad de contar algo, aun con lo implícito que resultara, para que hoy por hoy, los grupos delictivos contacten a cantantes para realizarles uno, poniendo así el riesgo de estos mismos, ya que al proclamarse ante un bando, puede y/o genera el rechazo de otro, perpetuando así la famosa “guerra del narcotráfico” o  contra él.

El presidente del Consejo Ciudadano de Seguridad Pública de BC, Roberto Quijano comentó que indudablemente lo que los artistas representan es asimilado por la comunidad, que va desde su forma de vestir, la forma de comunicarse hasta el contenido de sus canciones. Así mismo, recalcó que es sumamente delicado que se normalice la cosificación de las mujeres, donde distintos cantantes o ‘influencers’ de la actualidad realizan a través de las obras que comercializan.

Tras las mantas colgadas en distintos puntos de Tijuana amenazando al cantante de corridos tumbados Peso Pluma, Quijano hizo hincapié en que la administración actual no se han hecho cargo o respondido bien ante los artistas que hacen referencia a la delincuencia y considera que hay una “inexplicable tranquilidad” por parte de gobierno ante este tipo de situaciones, reafirmando a su vez que deberían convocar a artistas que, sin limitar las libertades, no ofendan a la sociedad civil y sobre todo cuando mencionan temas de este tipo o de tráfico de drogas, en una ciudad donde la seguridad es grave.

Fotografía: Jonathan H. Padilla

A través de una encuesta lanzada en redes sociales, distintos usuarios hicieron una reflexión ante sí los narcocorridos influyen o perjudican, concluyendo que por cada 10 jóvenes adultos de entre 25 a 35 años, 8 de ellos opinan que sí existe una correlación de los corridos ante la violencia. También mencionaron que, al encontrarse en un espacio o entorno violento, este tipo de música cimienta ideas o contribuye a seguir haciendo propaganda de ellas. Tales son los casos de venta de camisetas con imágenes del Chapo, de Chalino, de Malverde, una creciente venta de artículos relacionados a esta problemática que más que concluir en una reflexión sobre la situación que aqueja el país, lo normaliza.

En un artículo publicado por CETYS Universidad, la Dra. Marina Alvelais Alarcón, Directora de la Escuela de Psicología de CETYS comentó en relación a que una persona escuche narcocorridos no significa que sea influenciado para presentar conductas delictivas, sin embargo hay edades más vulnerables en las que la sociedad está más expuesta a normalizar conductas violentas combinada con varios factores y contextos, por lo que también tiene que ver con el alto consumo de violencia por los distintos medios de comunicación.

Existe un incremento en la población joven de 15 a 25 años de edad, en Tijuana, B.C., que tiende a simular un estereotipo difundido en los medios y/o telenovelas como supuestos “héroes”. Por lo que una mayoría sigue solo por moda, mientras otros terminan por incursionar a este fenómeno delictivo de los narcotraficantes, entendamos pues, que el entorno, el ambiente y las particularidades del desarrollo de cada persona, influyen a la par con el tema de “narcocultura” derivando de este los “narcocorridos”, mudando la tendencia entre hombres, mujeres, adolescentes, niños y niñas que se adentran a este mundo por 1. Gusto, 2. Necesidad, 3. Factor bajo amenaza. Por lo que para dar validez a este punto general, recomiendo leer a Javier Valdez Cárdenas y su libro “Los morros del narco” donde se presentan testimonios de reporterxs y fotografxs que cubren las noticias del narcotráfico, puntualizando la creciente participación de adolescentes en el mundo del Narco.

Por otra parte, José Andrés Sumano, Doctor investigador del departamento de Estudios Culturales del Colegio de la Frontera Norte (COLEF), opinó sobre las amenazas al cantante Peso Pluma: “Lo que puede estar pasando es que el grupo criminal haya buscado de alguna manera cobrar renta por el concierto, la cual no se dio o que alguno de los invitados o staff del artista esté relacionado con algún grupo delictivo que sea rival para ellos”, especulando así que podría ser obra del Cártel Jalisco Nueva Generación.

Sobre si Sumano consideraba que los corridos si influyen a la sociedad, dijo lo siguiente: “Cuidando el tema de la libertad y de expresión, sobre lo que podemos sí o no escuchar, la narco-cultura normaliza mucha de las conductas de los jóvenes actuales, al ver la fama, los carros, el dinero, puede confundir sobre todo en las generaciones jóvenes”. 

Según datos obtenidos han sido más de 10 mil 348 menores de edad los detenidos por elementos de la Secretaría de Defensa Nacional (SEDENA), la Guardia Nacional (GN) y la extinta Policía Federal (PF), lo informo así el equipo de “N+” en un reportaje realizado, traduciendo así que al menos 2 menores de edad fueron detenidos cada día desde el primero de enero de 2007 hasta marzo de 2023. Por otra parte la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) dio a conocer un informe acerca del “Crimen Organizado y derechos de niñas, niños, adolescentes y jóvenes: desafíos y acciones estatales 2023”, donde declaran: “si bien los contextos generalizados de pobreza no llevan de modo automático a situaciones de inseguridad y criminalidad, la existencia de marcadas desigualdades sociales en una determinada comunidad, aunadas con otros elementos como el tipo de respuesta estatal y la pertenencia a algún grupo históricamente discriminado guarda una mayor vinculación con la violencia y la inseguridad” , recomendando así a los Estados “garantizar condiciones de igualdad real para las personas, grupos y colectividades que viven en situación de pobreza” y “eliminar estereotipos de discriminación relacionados con la situación de pobreza en la sociedad”

Aunado a esto, el profesor del COLEF considera que el país no hay como tal una estrategia de seguridad, por lo que el estado y las municipalidades han lanzado el problema a la guardia nacional, evadiendo como tal responsabilidades y dejando que las fuerzas armadas solucionen los problemas, dio el ejemplo claro de cuando hay una estrategia de seguridad como en el estado de Coahuila, donde durante muchos años fue de los principales estados con altos índices delictivos y de violencia, sin embargo al unir esfuerzos estado y ciudad, estos índices disminuyeron, señaló.

Respecto a quienes son responsables de la seguridad de Tijuana, Roberto Quijano apuntó que son las autoridades locales las que deben hacen rendir cuentas a las personas involucradas con este mensaje, por lo que pidió hacer las investigaciones correspondientes, ya que este tipo de amenazas no solo son contra él sino contra la identidad de la ciudad.

“Los estudios culturales nacen del rechazo del legitimismo, de las jerarquías académicas de los objetos nobles e innobles. Se fijan en la aparente trivialidad de la publicidad de las emisiones de entretenimiento, 21 de las modas indumentarias. El estudio del propio mundo popular se detiene mucho menos en las heroicas figuras de los dirigentes que en la cotidiana sociabilidad de los grupos o en el detalle de los decorados, prácticas y costumbres. Esta predisposición implica favorecer métodos de investigación susceptibles de conocer de cerca estas vidas ordinarias: etnografía, historia oral, investigación de los escritos que enseñan lo popular (archivos judiciales, industriales, parroquiales) y no sólo la gesta de los poderosos (…) Las actividades culturales de las clases populares se analizan para preguntarse por las funciones que asumen en relación con la dominación social” (2004: 60).”

Si bien, podríamos estudiar este fenómeno de “narco cultura” y su derivación con “narcocorridos” como contracultura con respecto a lo que José Agustín desarrolla en su libro “La contracultura en México”, donde podemos ver de qué manera se desarrollaron ciertos movimientos que más que compararlos a los punks, satánicos, hippies, o demás movimientos sociales, podríamos si bien, encontrar quiebre de similitud al exponer que México se encuentra viviendo en un Narco Estado, dando vueltas a un bucle entre noticias, contextos, tejido social, sociedad, contribuyendo así a más que una “lucha social” una normalización de lo actual, concluyendo entonces en una “subcultura”, que sí influencia a todas, todos y todes.

Fotografía: Iliana Carapia

NOTAS: Imagen principal, tomada por Luis Gutierrez

ENLACES DE APOYO:

https://www.nmas.com.mx/nacional/diario-detienen-a-2-menores-de-edad-por-delincuencia-organizada-en-mexico

https://www.nmas.com.mx/nacional/diario-detienen-a-2-menores-de-edad-por-delincuencia-organizada-en-mexico

https://www.oas.org/es/CIDH/jsForm/?File=/es/cidh/prensa/comunicados/2023/077.asp

Haz clic para acceder a NorteCentroamerica_NNAJ_ES.pdf

https://www.gaceta.unam.mx/menores-reclutados-por-el-crimen-organizado-deben-ser-atendidos-como-victimas/

LIBROS:

Los morros del Narco por Javier Valdez

Contracultura 1 por José Agustín

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