Crónica por Adrián Flores
El pasado 22 de septiembre, nuevamente le prendieron fuego a una camioneta en pleno centro de la ciudad, solo que a diferencia de los hechos violentos que se dieron hace unos meses, esta ocasión se trataba del performance de la banda de surf rock Daikaiju, originaria de Huntsville, Alabama.
La tocada se llevó a cabo en El Mous Tache, lugar que a pesar de las tendencias musicales de la sociedad, sigue apostando por los géneros alternativos, convirtiéndose poco a poco en un lugar de culto para aquellos que disfrutan de la música en vivo.
Pasadas las nueve de la noche la música empezó a sonar, la banda Axxident se encargó de abrir este mítico evento que, sin duda, quedará en la memoria de quienes esa noche asistieron al bar de la calle Madero.
Con sólo guitarra y batería tocando para un público en espera de los estelares de la noche, dejaron bastante caliente el ambiente.
La noche prometía, a continuación vendría San Pedro el Cortez, una de las bandas más representativas del underground psicodélico, la cual logró elevar los ánimos de los asistentes que se iban sumando en el patio del Mous Tache para presenciar el performance final de la noche.
Usando máscaras kabuki, Daikaiju por fin estaba listo para empezar con esta legendaria presentación en la ciudad de Tijuana, que presentó un aforo totalmente lleno. El frenesí no se hizo esperar desde los primeros acordes, la euforia por parte de los presentes era más que notoria y por unos momentos nos trasladamos a una tocada en esos míticos hoyos funkys donde el descontrol era lo que imperaba.
La banda que jamás habla durante sus presentaciones, de principio a fin estuvo interactuando con su público con señas, tocando hombro con ellos, haciendo surfing man mientras seguían tocando, lo cual hacía que el frenesí de los presentes aumentará, de los cuales ya muchos se habían sacado de encima sus camisetas para seguir en ese baile donde el ritmo violento y frenético aumentaba junto con la energía de la música.
A media presentación, de pronto la banda empezó a indicar a sus seguidores que se sentarán, dando paso a uno de los momentos más significativos, ya que la banda cedió sus instrumentos para que algunos de los presentes continuarán con un jamming que sin duda alguna no desentonó ni bajó los niveles del público presente.
La noche avanzaba y, quienes conocían a la banda, sabían que aún venían momentos clásicos de las presentaciones de Daikaiju, uno de ellos fue el prender fuego a parte de la batería mientras la banda seguía tocando, uno de los momentos más esperados por parte de los fans que se alimentan de ese mismo frenesí de la banda en cada una de sus performances.
Cercana la finalización del evento, la agrupación comenzó a escalar paredes para posicionarse en los techos del lugar, mientras que la batería fue sostenida en lo alto por parte de los asistentes, los cuales sostenían también en una silla al baterista para que siguiera tocando.
Cuando todo parecía que eso sería el final, no fue así, pues la banda aún tenía preparado algo grande en la parte de afuera del recinto, como si no hubiese sido suficiente prenderle fuego a la batería, subieron al techo de la panel donde vienen haciendo su gira para arder en llamas y así culminar con este ritual en la calle Madero de la colonia centro de la ciudad de Tijuana.
Sin duda Daikaiju y su tocada este 22 de septiembre en el Moustache vino a recordar las buenas épocas de la escena underground de la ciudad de Tijuana.
Adicional video de Arturo campos en el cierre del concierto.
Parqueadero cultural 